Su madre, Nadezna Ivanofnof Rachoak, era de familia ucraniana y su abuelo materno trabajó para el ferrocarril Transiberiano.
que murió en la Segunda Guerra Mundial cuando Helen Bickham sólo tenía ocho años.
[2] Era una persona muy inquisitiva, no se conformaba con las respuestas que le daban su familia y la iglesia.
Se especializó en la civilización americana porque al ser una inmigrante quería entender las ideas que trajeron los primeros pobladores europeos.
En esa materia había un trabajo, de crear una acuarela, su determinación causó que el profesor la llamara una artista.
[5][8] En su estancia en México, se enamoró del país e instantáneamente decidió quedarse permanentemente, queriendo ofrecerles una experiencia bicultural a sus hijos.
[11] Cuando decidió vivir en México era madre soltera con un hijo enfermo que necesitaba cuidados a tiempo completo.
[12] Helen no fue una extranjera privilegiada, sin embargo trabajo dando clases de inglés.
Más tarde se mudó a la Ciudad de México por el servicio médico que su hijo necesitaba.
Ahí se dedicó a maestra de inglés en “THE GARSIDE SCHOOL” y en el Instituto Politécnico Nacional en Zacatenco.
[7] Continuó exhibiendo con éxito, tras regresar a México se convirtió en pintora de tiempo completo.
[2][9] Físicamente, de apariencia frágil pero sus ojos han sido descritos como alegres, usualmente se transporta en bicicleta por toda la ciudad.
También cree que es posible un mundo multicultural y multiétnico donde las personas puedan vivir en paz.
[10][14] Sigue muy unida a México, diciendo que la gente tiene una humanidad impresionante en ellos, son capaces de sonreír y ser amables con otros incluso cuando tienen serios problemas económicos.
[16] Su primera exposición la hizo en 1963, y su carrera realmente empezó en 1975 porque pudo dedicarse a la pintura completamente, sin hacer otro trabajo.
[20] Bickham trabaja con varios técnicas como acuarela, óleo, tinta, litografía, grabado y repujado.
[5] Su arte es figurativo pero no son fotográficos, prefiere capturar un sentimiento que el sujeto.
Se compara sus obras con las de Diego Rivera, Rafael Coronel y Marysole Wörner Baz.
El escenario es común con nada diferente, pero muchas veces hay algo sobre las posiciones y/o expresiones de las figuras humanas que indica tensión.
[6] Un ejemplo es en “El Jardín del Desierto”, tiene un hombre y una mujer al lado, pero separados por un maguey grande, indicando que no pueden relacionarse.
[11] En esa obra, como muchas otras, las figuras miran directamente al espectador, como si quisieran empezar una conversación.
[11] Dice que la meta de muchas obras es mostrar travesía, física o espiritual, representando el desarrollo personal.