Su funcionamiento consiste en enfriar la mezcla que forma el helado, moviendo constantemente para que no se formen cristales de hielo.
En la parte superior, el cubo tenía un mecanismo que fijaba el cilindro hueco (contenedor del producto a helar) en posición vertical, y que mediante unos engranajes cónicos (parecidos al piñón de ataque y la corona del grupo hipoide del diferencial de un coche) permitía girar tanto el recipiente metálico como las paletas interiores dentro del cilindro a distinta velocidad, mediante una manivela lateral (la importancia de estas paletas es que los diversos componentes del helado no se separen durante el proceso y no se produzcan cristales de hielo).
El frío se consigue poniéndolo en el refrigerador, en el compartimento del hielo, pero no funciona demasiado bien en el congelador cuando tiene más de una estrella.
La mezcla se ponía en el interior y un operario, con un cucharón de madera y mango largo iba removiendo la masa hasta que tomaba la consistencia deseada.
El movimiento se hacía llevando la cuchara por la pared y subiendo y bajando, puesto que la cubeta ya tenía movimiento giratorio.