Ideó el carrete que lleva su nombre, popular instrumento del siglo XIX, (creado por primera vez en 1851).Ruhmkorff se interesó por estos instrumentos a mediados del siglo XIX e introdujo varias mejoras en los dispositivos existentes hasta entonces: incrementó la longitud del alambre, separó los carretes primario y secundario mediante un tubo aislante de vidrio y, siguiendo los consejos del físico Hippolyte Fizeau, colocó un condensador entre los contactos del interruptor, lo que permitía reducir considerablemente las chispas producidas al conectar el carrete a una pila eléctrica y mejorar los resultados.La parte principal del instrumento eran los dos alambres enrollados en la parte central, uno grueso (entre 2 y 2,5 mm) y otro fino (de ¼ a 1/3 de mm) (Ganot, 1887), aislados mediante un recubrimiento adecuado.El alambre más grueso se encontraba arrollado en torno a un cilindro que formaba el núcleo del carrete.Para hacer funcionar el instrumento, se hacía pasar una corriente eléctrica a través del alambre grueso que, de este modo, producía una corriente inducida en el alambre más fino.