Hay que educar a Niní es una película argentina dirigida por Luis César Amadori y protagonizada por Niní Marshall, se estrenó el 17 de julio de 1940 en el cine Monumental.
Sin recrear ninguno de sus populares personajes, se interpreta a sí misma venciendo su natural timidez.
Niní es una actriz desempleada contratada por dos abogados para hacerse pasar por la hija de un hombre adinerado al cual intentarán chantajear haciéndole creer que la chica es el fruto de un amorío del pasado.
Diferentes especialistas de cine han opinado sobre la película: El sitio web especializado Cinedor la considera una de las mejores comedias del cine argentino en donde su principal estrella (Marshall) no interpreta a ninguno de sus personajes, sino que actúa como sí misma dominando su natural timidez.
La crítica menciona el hecho de que aquí, como en otras tres películas, el personaje principal se llama Nini y se caracteriza por las constantes mentiras siempre hechas de forma piadosa.