Esto resultó en que el Henley compartía los paneles alares y los planos de cola con el Hurricane.
Ambos estaban equipados con el motor Rolls-Royce Merlin, que ofrecía la mejor relación potencia-peso y minimizaba el área frontal.
En ese momento, el Ministerio del Aire ya había abandonado su requerimiento de un bombardero ligero, posiblemente debido a que esta tarea fue adecuadamente cubierta por el Fairey Battle.
Desafortunadamente, a menos que el avión fuera restringido a una poco realista baja velocidad de remolcado de 350 km/h, los fallos de motor eran inaceptablemente frecuentes, lo que fue atribuido a que el sistema de refrigeración casaba bien con la misión original del Henley, pero era inadecuado cuando remolcaba un blanco, con su considerable resistencia, que resultaba en altas velocidades del motor, pero baja velocidad del aire.
Se perdieron varios Henley cuando la manga no pudo desplegarse lo suficientemente rápido.