Odio Nacional ha obtenido una positiva respuesta por parte de la crítica especializada y una buena consideración en los portales temáticos.
Powers, al volver a casa, descubrió que le habían enviado un pastel con el mensaje "Fucking Bitch" escrito y, al poco, empezó a recibir amenazas de muerte y mensajes de odio en sus cuentas personales.
Parke y Coulson investigan a la remitente del pastel, Liza Bahar (Vinette Robinson), una mujer que había iniciado una campaña de micromecenazgo para realizar esa acción y quien inició una campaña en redes sociales con el hastag "#DeathTo Jo Powers".
Al día siguiente un rapero llamado Tusk (Charles Babalola), también señalado en redes sociales por su indigno comportamiento ante un joven admirador a quien insultó en público, se encuentra hospitalizado y sedado.
El objeto es un insecto dron autónomo (ADI), creado por Granular y desplegado por el gobierno para reemplazar a las abejas casi extintas.
Clara Meades (Holli Dempsey) una joven que publicó una foto donde fingió orinar en un monumento memorial a los caídos en la guerra es quien obtiene la mayoría de los tuits.
La policía ataca esta ubicación donde sospechan que se encuentran los equipos para monitorizar los IDA.
Parke concluye que el verdadero plan de Scholes era usar los IDA para matar a estas personas.
Sin embargo Parke, más tarde, recibe un mensaje de texto indicando "Lo tengo": Scholes, huido del país y con su apariencia modificada, ha sido localizado por Coulson, que comienza a seguirlo, acto seguido, el episodio termina, dando a entender que Coulson tomará justicia contra Scholes por mano propia.
"[3] Lorena Papí en el artículo "Black Mirror: haters gonna hate en 'Hated in the nation'" publicado en EspinOF destaca que, a medida que avanzan las tramas y escenarios de la serie, paulatinamente sus creadores se esfuerzan por mostrar escenarios menos distópicos y más verosímiles: "los haters.
Twitter, ese escenario conocido, se convierte en el lugar del crimen y en el arma homicida a la vez.
Durante los linchamientos en masa, el individuo solía quedar en el anonimato amparándose en la multitud de personas que hacían lo mismo.
"[5] Javier Meléndez Martín en su positivo análisis del episodio publicado en la web Yorokobu reseña: "Brooker conjuga distintas tragedias con ecos griegos: excepto las investigadoras Karin y Blue, los personajes son responsables de sus propias desgracias.