El gobierno de izquierda que encabezaba Allende comenzó a llevar a cabo distintas reformas socioeconómicas, que fueron vistas de manera negativa por parte del gobierno de Estados Unidos, las grandes empresas, políticos y la alta sociedad chilena y que también condujeron al país a una profunda crisis económica y social.
El mayor Mario Lavanderos, oficial a cargo de la sección Extranjería del campo de prisioneros, fue asesinado al día siguiente por haber dado autorización para que los prisioneros se fueran del estadio.
Un grupo de soldados atacó la embajada cubana, y desde allí les respondieron el fuego.
El embajador Edelstam, utilizando su inmunidad diplomática, logró entrar a la embajada cubana para evitar que se detuviera o matara a los diplomáticos y refugiados chilenos allí presentes, declarando que ese lugar formaba en ese momento parte de la embajada sueca, izando la bandera de Suecia y por tanto dando inmunidad diplomática a todos los que se encontraban dentro.
La dictadura militar lo declaró Persona non grata en diciembre de 1973 y tuvo que abandonar Chile.
En el año 2009 se estableció el Premio Harald Edelstam[2] Una rambla de Montevideo lleva su nombre desde el 2005.
En marzo del 2013 se editó en Uruguay un sello en su Honor al cumplirse los 100 años de su nacimiento.