Tras trabajar un tiempo en Winterthur, en 1973 lanza al mercado los primeros transductores de presión piezoresistivos con celdas aisladas.
En 1974 funda en Winterthur, Suiza, su propia compañía, Keller AG für Druckmesstechnik.
El negocio crece progresivamente, siendo distribuido el producto a distintos países europeos.
En la actualidad, Keller AG continúa con el mismo modelo de gestión familiar, dando empleo a más de 400 empleados, filiales en más de once diferentes países y representaciones en Europa, América, Asia y Oriente Medio.
Todos los productos Keller llevan oficialmente la denominación "Made in Switzerland".