[2] Aunque las relaciones homosexuales no son ilegales en Turquía, la comunidad LGBT turca se enfrenta a numerosas dificultades, causada principalmente por los conservadores religiosos.
[3][4] Un informe de Human Rights Watch señala que muchas personas pertenecientes al colectivo LGBT que viven en Turquía tienen miedo y se enfrentan a la estigmatización, la violencia y el acoso policial.
El gobierno islámico conservador prohibió la manifestación, «en el último minuto»,[6] en vez de proteger a los participantes.
[16][17] Kader trabajaba en la industria del sexo como prostituta y fue vista por última vez en el coche de un cliente.
[22] Tras su muerte, hubo una indignación popular y protestas contra el maltrato de las personas transgénero por la sociedad turca.