En el curso de ese mismo año, fue elegido diputado en representación del Níger en la Asamblea Nacional francesa.
En las elecciones de 1951, Diori conoció la derrota a manos de su primo y rival político, Djibo Bakary, y después fue reelegido nuevamente para la Asamblea en 1956, siendo el diputado elegido por amplia ventaja por los electores.
Ganó el respeto del mundo por su rol como portavoz de los asuntos africanos y árbitro popular en los conflictos que implicaban a otras naciones de ese continente.
Por otra parte, el gobierno no podía poner en aplicación las reformas tan necesarias ni aliviar la hambruna presente en el país desde 1968.
Diori dejó su país y se instaló en Marruecos, donde murió dos años más tarde.