Justo esa noche aparece Aggie, la abuela de los niños, quien viene a visitar a sus nietos después de mucho tiempo, sin embargo, Gwen teme que esta repentina visita, tenga algún propósito oculto, y parece no equivocarse.
Todo marcha genial hasta que Gwen llega buscando a sus hijos, no permitirá que sus hijos permanezcan un minuto más en la ciudad y se dispone a llevárselos, pero no lo logra porque el autobús esta averiado.
Para que su efecto sea legítimo deberán depositarlo en el interior de la gran calabaza en centro de la ciudad, pero esto no será nada fácil ya que las tinieblas los estarán esperando.
Él detiene a Marnie, pero ella lo desafía y finalmente logra debilitarlo.
Una vez más unidas las brujas de la familia Cromwell, usan sus poderes para desterrarlo y devolver la felicidad a Halloweentown.