Más tarde, la corona danesa impondría un monopolio con todas las ciudades de la isla que duraría hasta el siglo XVIII.
Durante esa época, Hafnarfjörður pasaría a convertirse en el centro comercial más activo sobre suelo islandés.
[5] La industria pesquera ha continuado desarrollándose, convirtiendo a esta localidad en el segundo puerto en importancia y la tercera ciudad más grande del país.
[6] Otros edificios históricos del siglo XIX se ubican en las calles Strandgata y Fjarðargata.
El pequeño parque Hellisgerđi en Hafnarfjörđur, visitado por muchos turistas, es muy conocido por su vegetación impresionante y por sus rocas de lava.
[8] En el centro de la ciudad se puede visitar el parque Víðistaðatún con varias esculturas creadas por artistas islandeses e internacionales.
[10] El edificio característico y más conocido de Hafnarfjörður es el faro viti construido en 1900 aproximadamente que se halla en un barrio residencial en un terreno particular.