Pero por ser moderada debemos buscar los casos en que las funciones del liderazgo en atracción y en ideas están superadas.
En particular, hay sugestivas informaciones sobre unos pocos grupos que indican que el iniciador más frecuente de comunicaciones no es tan atractivo como podrían esperarse de la alta correlación entre la atracción y liderazgo.
Arieu define al líder como "la persona capaz de inspirar y asociar a otros con un sueño".
Liderazgo Laissez faire: este se conoce por ser muy liberal por ello su nombre como liderazgo laissez faire, que es una expresión de origen francés y cuya traducción al español es “dejar hacer” en este modelo el líder suele ser una figura pasiva que permite que las personas a su cargo posean todo el control de lo que se están haciendo, ya que se les facilita toda la información y herramientas necesarias para la eficaz realización de las labores y donde el líder solo deberá intervenir si el subordinado solicita su ayuda.
Enfoque del liderazgo jesuita Según el estudio de los jesuitas por parte de Chris Lowney, existen 4 pilares fundamentales para el desarrollo del liderazgo en los individuos y que la práctica en la adquisición de conocimientos para ser un buen líder, es un trabajo continuo y sin fin que se puede aplicar en la vida diaria; en el trabajo, en la escuela, en el hogar y en cualquier parte del mundo.
Para esto, los jesuitas proponen 4 pilares: el ingenio, el amor, el heroísmo y el conocimiento de sí mismo.
Así, este líder debe tener ciertas capacidades: habilidad comunicacional, capacidad organizativa y eficiencia administrativa, lo que equivale a decir que un buen líder es una persona responsable, comunicativa y organizada; un buen líder es aquel que tiene la habilidad de la Atención y Escucha en todo momento.
Un buen líder entiende quienes son actores claves y toma decisiones a partir de la confianza hacia ellos.
[7] Es importante observar que el liderazgo no es plano, pues dependiendo del contexto y el ámbito que se desarrolla se pueden generar diferentes tipos de liderazgo; si observamos el liderazgo desde un aspecto sociológico,[8] el liderazgo era un factor primordial para la transformación social; un buen líder que tuviera la capacidad de observar el entorno como un sistema vivo y aprender de sus cambios, tendría mayor capacidad para entender sus necesidades y adaptarse al mismo, este tipo de liderazgo lo denominó poder inteligente y se da cuando se tiene la capacidad de equilibrar el poder blando con el poder duro.
Hoy, las organizaciones más que nunca, tienden a ocultar sus auténticos valores, pero nos encontramos en una fase de transformación.
(liderazgo situacional) Mientras en Occidente el liderazgo se estudia desde perspectivas democráticas y autocráticas, en Oriente se desarrolló según el confucionismo la idea del líder como un ser erudito y benévolo, apoyado por una gran tradición de piedad filial.
Podemos distinguir dos tipos de poder: En una organización orientada a la calidad, el poder legítimo, se hará evidente cuando existan problemas en grupos disfuncionales.
Según Llorens y Fuentes (2005), los auténticos líderes, son quienes: La calidad superior requiere un liderazgo inspirado a todos los niveles de la organización, con lo cual, se debe hacer llegar el mandato de calidad a los directivos medios, además de crear un clima organizativo que les aliente a ser líderes también.
Los directivos medios ofrecerán su apoyo y compromiso si están incluidos en la planificación del programa, análisis de progresos, compartir ideas e información.
[17] Por su parte, el hispanista francés Jacques Maurice ha estudiado este asunto desde una perspectiva histórica.
Según Maurice, a diferencia de las organizaciones socialistas, donde una figura sobresale por encima del movimiento, en las agrupaciones anarquistas se distinguieron aquellas personas más «mediáticas» o quienes eran las más hábiles en un campo concreto.