Hércules debía realizar doce trabajos para Euristeo, aunque Zurbarán solo pintó diez por razones de espacio.
En esta escena el héroe ya viste la piel del león de Nemea al que acaba de matar.
Nuevamente la imagen transmitida por el héroe y que se transmite a su supuesto descendiente, Felipe IV, es la de un pacificador.
Esta vez el personaje no aparece solo sino que le acompaña su sobrino Iolao.
La técnica es de todo punto similar a la del resto de la serie, acentuándose los rasgos tenebristas y los contrastes entre luces y sombras.