Su antecesor Granero se ve obligado a renunciar tras una grave crisis en la provincia por la virtual cesación de pagos a empleados públicos.
Firmó en Puerto Deseado, un acuerdo con Carlos Menem, por el cual la nación reconocía a la provincia el cobro de unos 480 millones de dólares, que luego alcanzaron a 630 millones de dólares, por regalías petroleras mal liquidadas.
Los fondos que se cobrarían en años posteriores, le sirvieron a su sucesor, Néstor Kirchner para su gestión, aunque jamás se recibieron.
[2] Tras abandonar su cargo como gobernador, se retiró completamente de la política.
El padre de María Rocío se refugió en la actividad privada y ya no volvería a la vida política.