Gyula Juhász

También en esta época conoció al amor de su vida, una joven actriz llamada Anna a la que dedicó numerosos poemas, que no correspondió a sus pretensiones.

Al comenzar la Primera Guerra Mundial, Juhász se mostró muy beligerante, en especial contra Rusia, a la que culpaba, al menos en parte, del fracaso de la Revolución Húngara de 1848.

A medida que avanzaba su vida, Gyula Juhász se iba quedando cada vez más solo: aislado de la vida intelectual de Budapest, sus colaboraciones en la revista Nyugat no fueron muy abundantes.

Juhász fue un poeta prolífico, que dedicó una parte importante de su producción a reflexionar sobre la muerte.

Tras numerosos intentos fallidos, Gyula Juhász se suicidó en su casa de Szeged en 1937.