Durante la invasión japonesa de 1592 fue destruida por un incendio y fue dejada en ruinas 250 años.
La puerta fue desmantelada y llevada a su sitio original, alineándola perfectamente con el eje norte-sur del Palacio de Gyeongbokgung.
La restauración fue iniciada por el gobierno coreano debido al intento de restauración anterior que utilizó concreto, en vez de materiales tradicionales, y alineó la puerta con la entrada del edificio del Gobernador General, ahora destruido.
Sin embargo, a principios de noviembre se podían observar algunas grietas en la placa.
[6] En diciembre del mismo año se anunció la creación de una nueva placa.