Guy Hamilton

Hijo de un diplomático británico, nació y pasó la mayor parte de su juventud con su familia en Francia, aparentemente destinado a hacer carrera en el servicio diplomático.

Al crecer, quedó fascinado por el cine francés (y, en particular, por las películas de Jean Renoir).

Esto le inculcó la ambición de convertirse en director.

Trabajó como asistente para Carol Reed en filmes que incluían The Fallen Idol y El tercer hombre, todo esto antes de dirigir su primer filme, The Ringer, en 1952.

Aunque estas películas consolidaron su reputación, muchos de sus trabajos posteriores (Fuerza 10 de Navarone (1978), Remo, desarmado y peligroso (1985) resultaron menos entrañables.