Es poco común con las estructuras tornádicas en términos de desarrollo vertical, y la intensidad, longevidad, y procesos formativos (como tornados clásicos asociados con mesociclones en los ingresos de la tormenta, no en la salida).
Los gustnados tienen más en común con los torbellinos (que incluyen diablos de arena, fenómeno en el cual los torbellinos se forman debido a capas superficiales supercalentadas y de vorticidad fuerte, más comúnmente en días soleados, cálidos con vientos).
A veces se refieren a spin-up tornados, que tal término más correctamente describe los raros gustnados tornádicos que conectan la superficie hacia la base nubosa, o los relativamente breves tornados asociados con un mesovórtice.
Aunque no todos los gustnados se convierten en tornados propiamente dichos, todos los tornados, sin excepción, comienzan con una fase preliminar similar a un gustnado, lo que parece algo complejo para explicar.
Ello es lo que explica la asimetría de las nubes de desarrollo vertical (como es el caso de los cumulonimbos) como se ve en la imagen del gustnado fotografiado en Wisconsin: como puede verse, la parte posterior del gustnado (subsidencia) tiene una altura mucho mayor que en el flanco anterior del mismo (convección).