Años después, Gustavo Armendáriz y otros sobrevivientes fueron condecorados por el presidente de la República por sus servicios a la patria.
Al final de la guerra vivió durante algunos años en Cuba, donde trabó amistad con Armando Bayo, hijo del General Alberto Bayo, quien entrenó luego a las tropas revolucionarias en México.
En la época de oro del cine mexicano editó la revista "Séptimo Arte".
Después sembró algodón con grandes resultados que hicieron que varios agricultores siguieran sus pasos constituyendo las primeras cooperativas de producción algodonera en la zona y construyó la primera planta despepitadora "J. Antonio Albanés García", que generó un gran crecimiento económico en la zona de Comitán.
Gustavo Alberto Armendáriz Ruiz fue siempre amigo muy cercano del poeta Jaime Sabines --quien pasaba largas temporadas en su casa y de su hermano, el político Juan Sabines Gutiérrez, a quienes conoció cuando tenía ocho años y con quienes tuvo siempre una relación de hermanos.