Aficionado a los deportes y especialmente a la navegación, ganó una medalla de oro académica en Suecia en salto con pértiga.
También fue pionero en esquí acuático en Suecia en 1929, que culminó con la introducción del nuevo deporte en las pruebas eslalon entre público sueco, coincidiendo con el centenario del Real Club Náutico Sueco en Sandhamn en 1930.
Después de dedicarse a los negocios familiares, actividad alternada con largas estancias en el extranjero, regresó a Suecia en 1936 y decidió contribuir al desarrollo de la industria aeronáutica sueca, a la luz de los turbulentos acontecimientos que se estaban produciendo en Europa.
Durante la Segunda Guerra Mundial realizó grandes contribuciones tanto en aerodinámica como en motores mientras trabajaba para Saab.
Su carrera automotriz continuaría desde el lanzamiento del Ursaab en 1949 hasta el Saab 99 de 1966, presentado al público en 1967, un par de años antes de su jubilación.