Participó en la lucha contra Victoriano Huerta en las fuerzas de Emiliano Zapata, en las que rápidamente alcanzó el grado de general de brigada.
También fue Intendente de Policía con Eulalio Gutiérrez Ortiz.
La versión oficial que se corrió argumentó que había sido asesinado por órdenes de su compadre Emiliano Zapata en la escuela de Tiro por haber intentado unir fuerzas (en el verano de 1913) con las tropas de Ambrosio Figueroa.
A su muerte, la XXXI Legislatura del Congreso de la Unión de México le concedió una pensión de 6 pesos diarios a su esposa e hijos por servicios prestados a la Revolución mexicana.
García Aragón fue instructor del futuro presidente Lázaro Cárdenas del Río.