Solo varios cientos de personas lograron sobrevivir, escondidas en los bosques que rodean la ciudad, uniéndose a los partisanos soviéticos,[2][3] o refugiándose con lugareños simpatizantes.
Los idiomas predominantes de la ciudad fueron el polaco y, en menor medida, el yidis.
[4] Para 1931, tenía 195 000 habitantes, era la quinta ciudad más grande de Polonia con industrias variadas y nuevas fábricas,[5] así como una universidad muy respetada.
Los líderes locales lituanos abogaron por la limpieza étnica de judíos y polacos.
El área designada para el gueto era el antiguo barrio judío en el centro de la ciudad.
Si bien Vilna nunca tuvo un gueto per se excepto por algunas restricciones muy limitadas sobre el movimiento y el asentamiento de judíos durante la Edad Media, el área elegida por los nazis para su gueto estuvo casi siempre habitada por una mayoría de judíos.
Acto seguido se procedió a la lenta destrucción del gueto n.º 2, la primera matanza fue de más de 2.000 hombres, mujeres y niños judíos que los nazis reunieron en la actual calle Lyda (Lydos) y llevaron a Ponary para asesinarlos.
Tomó como lema "No vamos a ir como ovejas al matadero", resucitado así una frase de Abba Kovner.
La resistencia creó lugares ocultos para esconder armas y se preparó para luchar contra los alemanes.
La Gestapo amenazó con liquidar a la población entera del gueto si Wittenberg no se entregaba.