La expresión guerra del volumen (del inglés loudness war) se refiere a la tendencia de la industria musical a grabar, producir y emitir música elevando progresivamente el volumen todos los años creando un sonido que destaca sobre los de años anteriores.
[1] Sin embargo, como la amplitud máxima de un CD llega hasta un nivel establecido, el volumen general sólo puede ser incrementado reduciendo el rango dinámico.
Esto se hace incrementando el volumen de las partes bajas, mientras que los picos más altos son destruidos o severamente disminuidos.
El volumen alto también puede producir sonido subjetivamente bueno en grabaciones puestas en reproductores de baja calidad, como audio web, Radio AM, televisión mono y teléfonos.
[1] Esta práctica ha sido condenada por varios profesionales de la industria discográfica, como Doug Sax,[1] Geoff Emerick[6][7] (conocido por su trabajo con The Beatles desde Revolver hasta Abbey Road), Steve Hoffman y muchos otros, incluyendo melómanos y entusiastas de la alta calidad.