Guerra de Independencia de los Estados Unidos

Los colonos en Norteamérica se sentían injustamente tratados por el gobierno de Gran Bretaña, pues estos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no tenían los medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían marginados y no representados.Entre otras tensiones, el Parlamento británico impuso las Leyes Intolerables a mediados de 1774 tras incidentes como el motín del té el año anterior.En 1779, la Expedición Sullivan emprendió una campaña de tierra quemada contra los iroqueses, que estaban en gran medida aliados con los británicos.La guerra británica contra Francia y España continuó durante otros dos años, pero los combates cesaron en gran medida en América del Norte.Aunque la guerra de los siete años acabó con la victoria británica, dejó endeudada a la corona.Los rebeldes se habían atrincherado en la colina y, pese a que los británicos asaltaron las posiciones continentales con violencia, los colonos consiguieron aguantar el ataque durante bastante tiempo; cuando los últimos asaltantes logran llegar a la cima, las bajas británicas son de 800 soldados.Después de dejar la colina Bunker Hill, los colonos se centraron en fortificar la otra colina, Dorchester Heights, lo que consiguieron gracias a los cañones que capturaron en el fuerte Ticonderoga, y que trajo en una compleja operación desde allí el joven coronel Henry Knox (esta operación de transporte se conoce como «noble tren de artillería»).Benjamin Franklin se convierte en el primer embajador y jefe de los servicios secretos.Pronto se asumió que el Reino Unido estaba envuelto en una guerra, y no en una simple rebelión, por lo que se adoptaron decisiones de política militar dieciochesca convencional, consistente en maniobras y batallas entre ejércitos organizados.La armada británica era la mayor del mundo y casi la mitad de sus buques participaron inicialmente en el conflicto con los nacientes Estados Unidos.Para enfrentarse a ese poder militar, los rebeldes tenían que empezar de la nada.George Washington, el comandante en jefe, por ejemplo, solo había sido coronel de regimiento en la frontera virginiana y tenía poca experiencia en combate.No había ningún centro neurálgico con cuya captura se pudiera lograr aplastar la rebelión.Este fue el golpe de gracia y propagandístico que necesitaban los colonos para su independencia.Desde Canadá llegaron indios (dirigidos por Joseph Brant) a favor de los británicos porque los colonos les estaban invadiendo sus tierras cada vez más.La expedición estaba mandada por el general John Burgoyne y pretendía llegar a Albany.Sin embargo, fueron interceptados y tuvieron que presentar batalla en Freeman, cerca del río Hudson.Aquí estaban los colonos al mando de Benedict Arnold, Horatio Gates y Daniel Morgan.El general Burgoyne contaba con 600 mercenarios alemanes (los británicos llegaron a utilizar hasta 16 000 en toda la guerra) para tomar la granja.Los británicos retroceden, pero Burgoyne resiste, aunque sin suministros ni víveres, y consigue poco tiempo después tomar la granja.Horatio Gates, aunque hombre pesimista, es convencido por Morgan y Arnold para lanzar un ataque a los británicos.Pese a sus escasas provisiones y limitado adiestramiento, las tropas coloniales pelearon bien en general, pero podrían haber perdido la guerra si no hubieran recibido ayuda del erario francés, de la poderosa marina francesa y de las tropas enviadas por Francia.Por su parte, España, aunque enseguida ayudó a los rebeldes con dinero, armas y municiones, se mostró reacia a la intervención directa, debido al temor de una represalia de los británicos en sus tierras con un conflicto armado; incluso intentó realizar una mediación entre las colonias y los británicos .[30]​ La ayuda española, en todo caso, fue abundante y más interesada en favorecer la independencia de las Trece Colonias.Un año más tarde la realidad se impuso y España declaró la guerra a Gran Bretaña, pensando incluso en la posibilidad de invadir Gran Bretaña mediante el concurso de una armada franco-española, plan que resultó inviable.Fue decisiva la batalla del cabo de Santa María (1780) en la que una flota combinada hispano-francesa capturó un convoy británico.Tras el sitio de Yorktown, Cornwallis se rindió, y el gobierno británico propuso la paz.En los restantes frentes entre 1779 y 1781, España sitió Gibraltar, una vez más infructuosamente, y lanzó varias campañas contra distintos puntos estratégicos del golfo de México en manos británicas, la mayor parte coronadas por el éxito (Pensacola, Florida Occidental británica).En general los logros alcanzados pueden juzgarse como favorables para España y en menor medida para Francia a pesar del elevado coste bélico y las pérdidas ocasionadas por la casi paralización del comercio con América, un pesado lastre que gravitaría sobre la posterior situación económica francesa.Una vez conquistada la independencia resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias.
Mapa de las colonias británicas en América del Norte, 1763 a 1775. Publicado por primera vez en: Shepherd, William Robert (1911) "The British Colonies in North America, 1763-1765" en Historical Atlas, Nueva York, Estados Unidos: Henry Holt y Compañía, págs. 194 Recuperado el 27 de octubre de 2010.
Tropas alemanas que sirvieron con los británicos, llamadas « hessianos » o « Hessians » en inglés (C. Ziegler, tras Conrad Gessner, 1799).
Travesía del río Delaware .