Una rebelión encabezada por el Dalai Lama con apoyo británico quería ampliar el conflicto original que se desarrollaba entre el ejército tibetano y Liu Wenhui ( camarilla de Sichuan ) en Xikang, para atacar Qinghai, una región al noreste del Tíbet.
[1][2][3] La guerra contra el ejército tibetano fue dirigida por el general musulmán Ma Biao, quien logró empujar a los tibetanos a posiiones al otro lado del río Jinsha,[4][5][6] arrebatándoles posesiones que habían controlado desde 1919.
Como resultado, esta parte del ejército tibetano se vio obligada a retirarse.
Ma y Liu firmaron treguas separadas con los tibetanos en 1933, poniendo fin a la lucha.
[18] Ma Biao ordenó a Cai, el jefe budista tibetano de Yushu, se destruyera el monasterio tibetano de Gadan que había comenzado la guerra, aunque este no llevó a cabo la orden.