Según Joseph T. Stanik, Gadafi supuestamente empleó un grupo de guardaespaldas femeninas porque creía que un pistolero árabe tendría dificultades para disparar contra las mujeres.
El grupo se seleccionaba y entrenaba en una academia militar, fundada en 1979, con la idea de incorporar mujeres en el ejército del país.
En 1998, Aisha, una de sus guardaespaldas, puso en práctica su fidelidad y sacrificó su vida para salvar al coronel durante un viaje a Atenas.
El gobierno de Nigeria le negó la entrada por varias horas, pero finalmente Gadafi cumplió con las reglamentaciones internacionales y aceptó ingresar al país sin armamento.
[17][18] Algunos guardias amazónicos afirman que se les ofreció elegir entre el suicidio y la ejecución de rebeldes.
Algunos medios próximos al dictador publicaron que las leales capturadas fueron estranguladas y torturadas hasta la muerte (violando la Convención de Ginebra) por miembros del nuevo régimen.