Su cabecera municipal se encuentra dividida en los barrios: Los Girasoles, Bello Horizonte, Valle Real, Albores de Sanjuanito, Alto Bonito, Aures, El Albergue, El Carmelo, El Divino Niño, El Jardín, El Molino, Estambul, Fuenmayor, Jorge Eliecer Gaitán, José María Cabal, La Concordia, La Esperanza, La Honda, La Merced, La Revolución, La Ventura, Los Ángeles, María Luisa de la Espada, Palo Blanco, Ricaurte, San Antonio, San Marino, Santa Bárbara, Sucre, Prados del Sur, Santa Rita, Prados de la Julia, San Vicente, San José de Las Palmas, Las Palmitas.
La Primera Fundación (Fecha en investigación) fue ordenada por el gobernador Sebastián de Belalcázar.
Más adelante la Segunda Fundación se realizó entre los años 1554-1555 ordenada por Pedro Fernández del Busto y ejecutada por Giraldo Gil de Estupiñán recibiendo el nombre de: Nueva Jerez de los Caballeros, la ubicación era en las Cabeceras del Río Bugalagrande (Corregimiento La Marina en Tuluá).
En la segunda fundación la ciudad recibió el nombre de "Guadalajara de Buga" y una tercera con el mismo nombre, para llegar posteriormente a capital de la provincia entre 1834 y 1887, año en que se organizó como Municipio; en 1908 fue capital del Departamento de Buga por veinte meses; siendo este, el periodo más corto entre la creación de uno y otro departamento en el mismo territorio; hasta la creación del Departamento del Valle.
En esa época Buga se constituyó una de las ciudades con mayor crecimiento económico del sur-occidente colombiano.
Luego el 26 y 27 de diciembre de 1829; sendas placas conmemorativas colocadas en las casas en donde se alojó, recuerdan este suceso noble e importante para la ciudad.
Según ellos, el Valle geográfico del río Cauca estaba habitado por una gran variedad de grupos o sociedades que fueron agrupadas en unidades político-administrativas denominadas “PROVINCIAS”, las cuales, a su vez, contenían los “Pueblos de Indios” o “Cacicazgos”.
Esta población posiblemente estuvo distribuida en las provincias de Cali, alto Chocó, Buga y Cartago.
La fertilidad de sus suelos permite cultivar algodón, soya, maíz, millo, café, cebada, caña de azúcar, cebolla, plátano, fríjol, papa, yuca, cacao, sorgo, hortalizas y frutas.
El sector turístico está muy desarrollado y cuenta con buena infraestructura que acoge la gran afluencia de peregrinos a la centenaria Basílica donde se venera la imagen del Cristo Milagroso; la construcción de la basílica inicia con un sendero peatonal construido en ladrillos y materiales de la época.
Guadalajara de Buga cuenta además con atractivos naturales, arquitecturas coloniales, parques recreaciones, ferias, fiestas y eventos culturales.
Su red férrea está conectada con el Ferrocarril del Pacífico.
Guadalajara de Buga por tener tierras en la parte plana del Valle y en la parte montañosa, cuenta con varios pisos térmicos, tales como caliente, templado, frío y páramo.
Debido al cambio climático, la zona urbana se ha visto afectada en época de verano por temperaturas que han alcanzado la cifra récord de 33 grados.
La ciudad cuenta con numerosos centros de educación superior, los más importantes son: A mediados del siglo XVI el Rey Don Felipe II, por Real Cédula, le concedió a Buga el Título de "Ciudad Noble y Leal" y la hizo plaza de armas con derecho a escudo.
La ciudad de Buga tiene un encanto que a veces pasa desapercibido para quienes viven en ella, mas no para el que llega a conocerla por primera vez, pues se deleitan caminando por sus calles.
Guadalajara de Buga es una ciudad en la cual se conjugan armónicamente lo colonial con lo contemporáneo.
Ha sabido conservar en su Sector Histórico la memoria colectiva, la tradición y los balcones coloniales de la ciudad en la arquitectura, lugar cuyos atractivos invitan al visitante a recorrer a pie sus callejuelas llenas de historia y leyenda.
La gastronomía bugueña considerada como la raíz de la cocina vallecaucana, es muy variada y exquisita.
El principal escenario ferial es el Coliseo Camilo José Cabal, dónde se abre a los visitantes distintos pabellones tecnológicos, artesanales y empresariales.
El Festival vuelve con una nueva junta directiva y una nueva organización que garantizan el futuro, el crecimiento y la calidad del evento, se instituyó la Fundación Festival Nacional e Internacional de Intérpretes de la Canción de Buga, FESTIBUGA, entidad sin ánimo de lucro, que fomenta la cultura en sus distintas manifestaciones.
La ciudad cuenta con dos emisoras tradicionales como Voces de Occidente y Fiesta s.t.