[1] Este término se ha usado desde 1818 y se refiere en particular a la forma de la lengua que evolucionó naturalmente a partir del griego antiguo, en oposición a la forma arcaizante artificial o katharévousa (en griego: καθαρεύουσα pronunciado [kaθa'revusa]), que fue la norma oficial del estado hasta 1976.
[2] Las dos formas se complementaban mutuamente en un ejemplo típico de diglosia hasta la resolución final del debate lingüístico con la resolución a favor de la variante demótica.
[1] Aunque a menudo se confunde al demótico con el griego moderno, la lengua estándar actual (en griego Νεοελληνική Κοινή [neoelini'ki ki'ni]) es más bien una variante del demótico enriquecida con numerosos elementos cultos de la katharévousa.
Con todo, hay que tener en cuenta que incluso las formas más extremas de katharévousa nunca llegaron a entenderse como griego antiguo, y por tanto al hablar de 'griego moderno' se puede hacer referencia tanto al demótico, como a la lengua estándar o a la variante katharévousa.
Esta reforma, no obstante, habría significado una ruptura con la tradición escrita del griego desde hace casi 3000 años.