Gregorio fue nombrado exarca de África por Constante en la primera mitad del siglo VII, cargo que combinaba autoridad civil y mando militar en un único gobernador.
Sin embargo, en ese momento los musulmanes se estaban expandiendo desde Arabia a todo Oriente Medio.
Esta gran batalla se extendería varios días, hasta que Gregorio fue engañado y asesinado bajo las murallas de su propia capital.
Gregorio el Patricio ha sido el único hombre en la historia en llamarse a sí mismo "emperador de África".
Aun así, en 647 ambos parecían un baluarte seguro contra el empuje musulmán en el norte de África.