El mes de septiembre del mismo año, la Asamblea Legislativa declaró nulos los votos para la elección de Jefe Supremo, Vicejefes y Magistrados por encontrarles faltas legales.
En el 1 de febrero, el general Carlos Salazar, como mediador, obtuvo que las tropas de la capital del estado se pongan bajo las órdenes del vicejefe Pedro José Valenzuela y, al siguiente día, el vicejefe ordenó a las tropas que desocupen la plaza y las tropas de Carrera se posesionan de la capital.
Durante la toma de la capital, el vicepresidente José Gregorio Salazar y Castro se refugió en la casa del ciudadano Quirino Flores.
Un grupo de soldados del gobierno tomaron la casa, queriendo vengarse de Flores quien se le suponía ser colaborador de Carrera; acantonados en la casa, los soldados hicieron fuego sobre las tropas de Carrera desde las ventanas; atraídos por el fuego, los carreristas asaltaron la casa al tiempo que los soldados del gobierno se fugaron.
[1] Salazar consiguió detenerlos haciéndoles entender que el dueño de la casa no tenía la culpa de que sus enemigos hubieran desocupado su casa, también les ofreció su reloj y algún dinero para convencerles; más cuando una señora de la casa les advirtió a los carreristas que debían respetarlo porque era el vicepresidente de la república, los soldados lo asesinaron.