Gregorio Martínez (Valladolid, 1547-1598) fue un pintor manierista español, miembro de una extensa familia de artistas, cuya pintura puede caracterizarse por la precisión del dibujo.
[2] Esa relación con Rabuyate y su temprana participación en los mencionados festejos, donde entre otras historias y motivos mitológicos debían figurar las pinturas de Júpiter sobre un águila y de las Tres Gracias, permite explicar la presencia en su menguada obra conocida de un Prometeo encadenado, firmado, que se incorporó en 2011 a la colección del Museo del Prado.
En su composición Martínez se inspiró en uno de los dibujos que Miguel Ángel regaló a Tommaso Cavalieri (ahora conservado en el Castillo de Windsor), donde Prometeo, el héroe mitológico que había robado en beneficio del hombre el fuego de Zeus, o quizá Ticio en el dibujo del artista florentino, yacía encadenado a una roca en tanto un águila le devoraba permanentemente el hígado.
Martínez hubo de conocer la composición de Miguel Ángel por un grabado que la reproduce, debido a Nicolas Béatrizet.
[3] Casado con Baltasara Ordóñez, fue padre de Francisco, Marcelo y Luis Martínez de Espinosa, al menos los dos primeros también pintores.