Como demócrata, es el segundo gobernador estatal en la historia de Estados Unidos que ha sido destituido.
Durante su tiempo como gobernador, Davis hizo de la educación su máxima prioridad y California gastó 8.000 millones de dólares más de lo requerido por la Proposición 98 durante su primer mandato.
En California, bajo la gobernanza de Davis, los puntajes de las pruebas estandarizadas aumentaron durante cinco años consecutivos.
Davis apoyó leyes para prohibir las armas de asalto y también se le atribuye el haber mejorado las relaciones entre California y México.
En la elección revocatoria, el 55,4% de los votantes apoyó su destitución.