Aunque ambas emociones se producen después de recibir una ayuda, la deuda moral se produce cuando una persona percibe que tiene la obligación de compensar dicha ayuda.
Por ejemplo, un experimento demostró que los clientes de una tienda de joyas a los que se les llamó y se les dio las gracias, incrementaron en un 70% las compras.
En comparación, los clientes a los que se dio las gracias y se les habló de otra venta, solo mostraron un incremento del 30% en las compras, y los clientes que no fueron llamados no mostraron ningún aumento.
[9] En otro estudio, los clientes habituales de un restaurante daban mayores propinas cuando los camareros escribían "Gracias" en sus facturas.
[10] El vínculo entre la espiritualidad y la gratitud se ha convertido recientemente en un tema popular de estudio.
[11][12] La gratitud está vista como una tendencia humana muy apreciada entre musulmanes, cristianos, budistas, judíos, e hindúes.
Junto con estas oraciones, los fieles adoradores recitan más de cien bendiciones llamadas berakhots a lo largo del día.
[13] Se ha dicho que la gratitud moldea y da forma a la vida cristiana.
[15] La gratitud cristiana no se ve como un mero sentimiento, sino como una virtud que da forma no solo las emociones y pensamientos, sino también a acciones y hechos.
[17] El GQ6[18] mide las diferencias individuales en la frecuencia e intensidad en la que la gente siente gratitud.
Numerosos estudios sugieren que las personas agradecidas son más propensas a tener niveles más altos de felicidad y menores niveles de estrés y depresión.
Este ejercicio tuvo tanto éxito que, aunque a los participantes solo se les pidió seguir con el diario durante una semana, muchos de los participantes continuaron realizándolo mucho tiempo después de que el estudio había terminado.
Se han encontrado resultados similares en estudios de Emmons and McCullough (2003)[11] y Lyubomirsky et.
[29] En segundo lugar, dos estudios recientes han sugerido que la gratitud puede tener una relación única con el bienestar, y puede explicar los aspectos del bienestar que otros rasgos de personalidad no pueden.
Varios estudios demuestran la relación existente entre la experiencia de gratitud y la medicina paliativa.
Un estudio realizado por David DeSteno y Mónica Bartlett (2010) encontró que la gratitud se relaciona con la generosidad económica.
A partir de estos resultados, este estudio muestra que las personas amables son más propensas a sacrificar las ganancias individuales para el beneficio común (DeSteno & Bartlett, 2010).
[34][35] Por ejemplo, Watkins y sus compañeros[36] pidieron a unos participantes probar una serie de ejercicios de gratitud diferentes, tales como pensar en una persona viva por quien sintieran gratitud, escribir sobre alguien de quien se sintieran agradecidos o escribir una carta para entregarla a una persona por la que se sintiera gratitud.