Este fue el primer disco de larga duración grabado por el bajista original Jørn «Necrobutcher» Stubberud, el vocalista Sven Erik «Maniac» Kristiansen y el guitarrista Rune «Blasphemer» Eriksen y contó además con la participación de Anders Odden, Øyvind Hægeland y Tore Ylwizaker.
Este trabajo, de acuerdo con los integrantes del grupo, puede considerarse una continuación del EP Wolf's Lair Abyss (1997), aunque en cuanto a su sonido, adopta un toque industrial con incorporación de sintetizadores y con unos riffs más lentos.
Por su parte, respecto a las voces, Maniac canta, chilla e incluso se atreve con el spoken word y con sonidos robóticos.
El álbum recibió principalmente reseñas negativas por su alejamiento del característico black metal tradicional del conjunto y el acercamiento hacia un sonido de alta complejidad compositiva, con composiciones de múltiples cambios de ritmo, tempo y melodía, algo en lo que la banda no había experimentado antes.
Por aquellos momentos, Necrobutcher formaba parte del proyecto Fleshwounds con otro ex componente de Mayhem, el vocalista Sven Erik «Maniac» Kristiansen, que había grabado el EP Deathcrush.