Está formada, según datos de su web oficial, por 270.000 miembros adscritos a unas 8000 logias.
Según Sadler, en realidad, los "antiguos" eran, sobre todo, inmigrantes irlandeses en Londres que, al ser recibidos con cierta hostilidad por las logias inglesas, decidieron constituir su propia organización.
Si bien una parte de la historiografía ha tendido a exagerar las divergencias entre "modernos" y "antiguos", éstas no afectan en realidad más que a ciertas particularidades sobre la disposición de la logia y del ritual.
Las rivalidades entre ambas se mantuvieron durante 63 años, lo que constituyó el primer cisma de la francmasonería.
La nueva organización se denominó Gran Logia Unida de Inglaterra y es la que pervive en la actualidad.