[1] El resultado era, no obstante, desequilibrado: mientras tenía un intercambio favorable con sus vecinos del antiguo Imperio austrohúngaro y los Balcanes, su comercio con otros países era deficitario.
[2] No podía, sin embargo, absorber una cantidad elevada de la producción agrícola del sureste europeo ya que su propia agricultura, intensiva, producía gran parte de lo necesario para el país.
[1] Esta desaparición de gran parte del comercio produjo un aumento severo del desempleo (41 000 personas en 1929 frente a 738 000 en 1933) en un país donde las exportaciones, principalmente de productos elaborados, tenían una importancia extrema en la economía.
Debido al sistema puesto en marcha por aquellos, los ingresos comerciales de los países extranjeros que aceptaban el sistema no podían ser exportados de manera que Checoslovaquia no podía hacer frente a sus obligaciones financieras con países que mantenían un sistema de comercio libre usando sus ganancias en los países balcánicos.
[7] La producción industrial se recuperó también lentamente, más que en otros países, debido al mayor cambio necesario en este país para volver a recuperar la situación anterior a la crisis.