[1][2] El brillo del cometa fue tal que, en su perihelio, podía ser observado junto al sol incluso durante el día.
[3] El cometa apareció súbitamente en los cielos matinales en septiembre de 1882, y como ya podía ser observado a simple vista (magnitud 5) cuando hizo su aparición, puede decirse que fue descubierto en forma independiente por varias personas.
Otras referencias indican como el primer astrónomo en observar el cometa a W. H. Finlay, el asistente principal en el Royal Observatory de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
El cometa intensificó su brillo rápidamente, y a los pocos días se había transformado en un objeto excepcionalmente resplandeciente.
A mediados del mes de octubre, el cometa desarrolló una notable anti cola, en dirección al sol.
No obstante, estos estudios demostraron estar poco sustentados, puesto que los períodos orbitales en todos los casos estaban entre los 600 y los 800 años.