Seis años después, Alfred Hitchcock le ofrece volver al cine, por lo que ella se enfrenta a una encrucijada.
Esto, a su vez, provoca que Francia dé los primeros pasos hacia un embargo comercial contra Mónaco.
Ella parece necesitar hacer un balance de sus responsabilidades y revaluar sus prioridades.
Inesperadamente, recibe un informe que presenta pruebas fotográficas de que la hermana del príncipe ha estado negociando encubiertamente con Francia y De Gaulle contra los intereses del principado.
La princesa Grace decide que la oferta de Hollywood ya no es una opción viable para ella, dadas sus nuevas responsabilidades diplomáticas y políticas en Mónaco.