Grabado electrolítico

[1]​ La chapa de zinc, cobre o hierro a grabar se une al ánodo, enfrentada en paralelo a otra chapa unida al cátodo y se introducen ambas en una solución salina, al fluir la corriente los iones positivos y negativos del electrolito son atraídos a la plancha de polaridad opuesta, generando la mordida en el dibujo no protegido en la matriz.

El sistema no desprende gases tóxicos como los producidos por la mordida tradicional con ácido nítrico o clorhídrico.

[2]​ En la última década del siglo pasado y principios de éste, los grabadores se han ido preocupando cada vez más por su salud y el medio ambiente, por lo que han iniciado investigaciones en esta materia para mejorar los procedimientos convencionales.

El físico e ingeniero alemán Moritz Hermann Jacobi, que inventó la galvanoplastia, reprodujo medallas sobre moldes introducidos en una disolución electrolítica y conectada a una batería galvánica.

En 1842, Franz W. Von Kobell inventó una técnica para copiar dibujos por electrólisis publicando su método en el libro Galvanografi.

La electrólisis en el grabado se siguió utilizando, tanto en Europa como en Estados Unidos, hasta los años 40 del siglo XX.

Sulfato de cobre CuSO4.5H2O
Diagrama simplificado del proceso de electrólisis
Luigi Galvani. Bolonia, Italia, 9 de septiembre de 1737 - id., 4 de diciembre de 1798
Alessandro Giuseppe Antonio Anastasio Volta (18 de febrero de 1745 – 5 de marzo de 1827)