En 1095 fue nombrado bailío de Hirsau y sucedió a su hermano Adalberto III, cuando este último se retiró a un monasterio hacia 1099.
Godofredo fue primero partidario del emperador Enrique IV, pero desde 1105, el año en que su trono fue discutido por su hijo Enrique V, se convierte en uno de los cercanos consejeros de este último.
Durante la segunda expedición italiana en 1116, Enrique V convirtió a Godofredo en uno de sus lugartenientes en Alemania con los dos Hohenstaufen Federico y Conrado, lo que solo aumentó la animosidad de Adalberto, principal oponente del emperador, contra él.
No se le retiró el condado Palatino, pero debió compartir el título con Guillermo de Ballenstedt, el hijo de Sigfrido, que todavía era menor en el momento de la muerte de su padre y que fue designado como conde palatino bajo la tutela de Godofredo justo hasta su mayoría de edad en 1129, debiendo Godofredo abandonar entonces el Palatinado.
Godofredo se casó con Lutgarda de Zähringen, una hija del duque Bertoldo II de Zähringen con quien tuvo tres hijos: