Al principio del siglo XX, la feria duraba todo el mes de julio.
La navegación fluvial es muy importante: el puerto recibía cada año 3 000 barcas y 70 000 remeros (burlakí).
[3] El escritor Piotr Boborykin (1836-1921), nativo de Nizhni Nóvgorod, llamaba a Pávlovo el «Sheffield ruso».
El célebre relojero e inventor Iván Kulibin (1735-1818) era un comerciante de Nizhni Nóvgorod.
El lingüista Vladímir Dahl (1801-1872) se retiró a Nizhni Nóvgorod hasta su retiro en 1859 y recogió un gran número de expresiones, refranes y cuentos del folclore ruso.
Al principio del siglo XX la gobernación de Nizhni Nóvgorod estaba dividida en once uyezds: Ardátov, Arzamás, Balajná, Vassilsursk, Gorbátov, Kniaguínino, Lukoyánov, Makárievo, Nizhni Nóvgorod, Semiónov y Sergach.