[4][5] Además, contó con el cantante y productor británico Blood Orange como invitado.
[7][8] Expandiendo el hardcore melódico de los noventa,[9] a terrenos como el pop alternativo, indie rock, psicodelia, rap rock, soul, grunge, post-punk, R&B, shoegaze, dream pop, y metal alternativo.
[2][10][11][12] "Don't Play" mezcla samba con punk rock, con juegos de batería cercanos al reggaeton,[2][13] mientras que "No Surprise" es un nebuloso emo pop,[14] y "Dance-Off" viaja hacia el funk pesado.
En Metacritic, tiene una puntuación de 92 sobre 100, lo que indica "aclamación universal", según once reseñas.
[15] Laviea Thomas de Clash lo llamó "un regreso fascinante" para el quinteto.