Glosas de Reichenau
Constituye, además, un señalador de tendencias románicas, sobre todo del idioma francés.El texto estuvo guardado largo tiempo en la abadía benedictina de Reichenau, la cual fue fundada por san Fermín en 724 y se convirtió, durante la época carolingia, en un importante centro de cultura, como tantos otros monasterios benedictinos.Las Glosas de Reichenau fueron descubiertas por A. Hotzmann en 1863 y publicadas por Friedrich Diez en 1865.Las Glosas de Reichenau son unas 5000 anotaciones a los márgenes (glosas) que figuran en un manuscrito del siglo VIII, las cuales pretenden aclarar, mediante perífrasis o palabras más habituales, las expresiones de la Biblia Vulgata que en el siglo VIII ya eran ininteligibles para los monjes que habían de leerla.Los autores de las glosas de Reichenau emplearon expresiones latinas más comprensibles, que en muchos casos fueron las que triunfarían en las lenguas romances, al menos en francés.