Gloria (novela)

A los pocos meses de su aparición fue traducida al inglés (en Gran Bretaña y Estados Unidos), al alemán y al italiano, y aunque no tuvo la repercusión de Doña Perfecta, si confirmó la dimensión nacional e internacional del joven escritor de 34 años.

[5]​ De la importancia y sinceridad de esa correspondencia —tanto o más informativa sobre Galdós y su novelística que la propia Gloria— salieron declaraciones tan valiosas como la que, a sus treinta y cuatro años firma Galdós con esta conclusión: "En mí está tan arraigada la duda de ciertas cosas que nada me la puede arrancar.

[6]​ Galdós, como había hecho con la Orbajosa de Doña Perfecta, crea una ciudad provinciana imaginaria para ambientar su nueva tragedia.

Su monótona y apacible existencia, con un pretendiente de la burguesía conservadora de Ficóbriga, se verá alterada por un joven extranjero, un náufrago inglés que ha sido acogido en su casa con caridad cristiana y las preceptivas reservas.

Es entonces cuando él le confiesa que no es protestante —como se temían—, sino judío de origen español y familia germanoinglesa.

El personaje de Gloria, imaginado por Cecilio Pla .