Ya como artista independiente, comenzó a trabajar en su natal Ferrara, pero hacia 1525 le encontramos en Bolonia, decorando la sacristía de San Michele in Bosco en colaboración con Biagio Pupini y Giovanni Borghese.
Por la misma época pintó una tabla de altar con la Virgen entronizada con santos (Gemaldegalerie, Dresde, h. 1525) para San Biagio en Bolonia.
Otra vez en Ferrara, le fue encargada la ampliación del Castello Estense.
Parece que antes de su estancia en Bolonia, recaló en Roma, donde pudo admirar el trabajo de Giulio Romano, que le marcó profundamente.
Gracias a su influencia desarrolló un estilo suave, clasicista y dotado de un vigoroso colorido.