[1] Además existe la especialidad de obstetricia, que se encarga del embarazo, el parto y el puerperio, a tal punto que casi todos los ginecólogos modernos son también médicos obstetras.
[2] El papiro ginecológico de Lahun es el texto médico más antiguo conocido (fechado aproximadamente en 1800 a. C.), que trata sobre afecciones femeninas - enfermedades ginecológicas, fertilidad, embarazo, anticoncepción, entre otros.
La matriz es, en ocasiones, tratada como fuente de los padecimientos que se manifiestan en otras partes del cuerpo.
[4] Como ocurre en el resto del ejercicio de la medicina, las herramientas principales para el diagnóstico ginecológico son el historial clínico y el examen físico.
Sin embargo, existen otros tratamientos:[5] Las personas ginecólogas son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de síntomas asociados a enfermedades tales como:[6] La violencia ginecológica son aquellas prácticas llevadas a cabo por el personal de salud, en el marco de la atención ginecológica y que naturalizan una relación de subordinación entre personal médico y pacientes.