Nació en Northampton, Inglaterra, hijo de Giles y Elizabeth Corey; en su partida bautismal figura como "Cory".
Bajo los estándares de la ley común inglesa de la época, el tribunal no podía procesarlo a menos que él solicitara formalmente su juicio, por medio de una declaración dada en el interrogatorio sobre los cargos que se le imputaban, y considerando su encarcelamiento altamente probable, se negó a prestar su contestación ante los cargos, ya que si era encarcelado y ejecutado, su propiedad pasaría a manos del estado.
El juez Samuel Sewall escribió en su diario personal que: "Alrededor del mediodía, en Salem, Giles Corey fue aplastado hasta la muerte por permanecer en silencio".
Debido a que no fue realmente procesado por ningún crimen, su propiedad no pasó al estado, y sí a sus yernos, William Cleaves y Jonathan Moulton, de acuerdo con su testamento.
El alguacil George Corwin logró que Moulton pagara una multa, amenazando con confiscar su propiedad si se negaba.
Según la leyenda, su fantasma aparece la noche anterior a un desastre en Salem.