Desde los catorce años, comenzó a servir como soldado en la carrera de armas, hasta que el virrey Conde de Santisteban le nombró alférez de la Compañía de la Guardia de Palacio, y posteriormente el virrey Conde de Lemos, le hizo merced del cargo de sargento mayor del tercio de infantería española que fue a Panamá a rechazar el ataque inglés.
En 1674 fue elegido alcalde ordinario de Lima y luego, Corregidor de Larecaja.
En su gobierno nació el adagio: «Eso es del Tiempo del Ruido», debido a la conmoción que sufrió Santafé, a las 10 de la noche del domingo 9 de marzo de 1687, por un fuerte ruido que duró media hora, acompañado de olor a azufre, durante el cual Cabrera dirigió una expedición militar para repeler un posible ejército invasor.
Cabrera y Dávalos resultó inocente de los 30 cargos que se le imputaban y fue restituido a su empleo con una prórroga de ocho años más, a manera de resarcimiento.
En 1697 fue tomada Cartagena de Indias por franceses al mando del barón de Pointis; el presidente marchó por el río Magdalena con 300 hombres.