Gil Garcés de Azagra

[1]​ Gil Garcés de Azagra debió de morir en 1237, cuando su viuda Toda Ladrón testa teniendo como albaceas a su propio hermano don Ladrón y al rey Jaime I durante el sitio de Valencia.

El testamento menciona, junto al heredero varón Gil Garcés II, a una hija, María Gil, y una nieta, Elvira Gil.

[2]​ Hay dudas sobre el lugar donde pudo ser enterrado, según un testamento de 1201, prometió varias donaciones y enterrarse en el monasterio de Santa María de Huerta, hecho que ratifica Antonio Ponz en el siglo XVIII, cuando vio un tablero en el monasterio de Huerta que decía: "Aquí yacen sepultados los nobles caballeros Gil Garcés, y Don Diego Muñoz y Don García Muñoz su hermano, que fueron nietos de generoso caballero Nuño Sánchez el noble”.

[3]​ Sin embargo en 1228 se hizo freire de Santiago, orden que regularmente ligaba las donaciones a enterramientos en sus iglesias.

Gil Garcés de Azagra representa esos señores de frontera que durante la reconquista establecieron vínculos entre los reinos de Castilla y Aragón, según los intereses y alianzas por entonces muy cambiantes.